Es un sentimiento interno que le dice a la persona que las cosas saldrán bien o mal, la autoestima va de la mano con el optimismo y juntos propician que la persona tenga confianza en si misma y pueda interactuar exitosamente con cualquiera. Así, conseguir relaciones amistosas y sentimentales no requiere de ningún esfuerzo extra. El optimismo es una tendencia interna a observar los acontecimientos desde una perspectiva positiva tanto a futuro como en el presente.
No hay que confundir el optimismo con la alegría, ya que el optimismo no conduce siempre a una alegría expresada sino que proporciona paz interior a la persona, y esa paz proporciona una belleza serena que ilumina la personalidad. También en muchas ocasiones alegra la vida, pero no necesariamente siempre.
El optimista sabe buscar ayuda como una alternativa para mejorar o alcanzar los objetivos que se ha propuesto, es una actitud sencilla y sensata que en nada demerita el esfuerzo personal o la iniciativa. El optimista no es ingenuo ni se deja llevar por ideas prometedoras, procura pensar y considerar detenidamente todas las posibilidades antes de tomar decisiones.
No es más optimista el que menos ha fracasado, sino quien ha sabido encontrar en la adversidad un estímulo para superarse, fortaleciendo su voluntad y empeño; en los errores y equivocaciones una experiencia positiva de aprendizaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario