A propósito de que hace días estuvimos celebrando el Día de la Juventud, me detuve a pensar lo que actualmente es pertenecer a la juventud de esta sociedad. Lo cual implica muchas definiciones y ciertas responsabilidades. Al crecer escuchamos que “Ser Joven” es el futuro del cual depende nuestro país para llegar al desarrollo.
Pero ser joven es nuestra niñez, era lo como un sueño inalcanzable, ya que el ver a nuestros hermanos mayores desenvolverse con cierta libertad nos causaba una sensación “egoísta”. Pero al crecer y llegar a ser jóvenes, nos damos cuenta que no todo es salir de bonche y disfrutar de los placeres que tiene la vida.
Ser joven es una responsabilidad que tiene cada cual, para encaminarse a dónde realmente quiere llegar, tener metas, objetivos, tener una visión clara y precisa de lo que quiere hacer para un mañana, un mañana que es desconocido, el cual con sus visiones futuras nos da una idea de como seremos y a donde llegaremos.
Ser joven en algunos casos es un reto, una lucha de obstáculos que día a día hay que salir a tratar de vencer, donde los valores y buena preparación muchas veces ni se toman en cuenta para darnos la oportunidad de crecer como ser humano, como estudiantes y mucho menos como profesionales. En un país donde la justicia es ciega, el gobierno quiebra la democracia y nos volvemos un país un país inmerso en la corrupción y el narcotráfico.
Pero aun así, toma las riendas de tu vida, de tu presente, acepta las circunstancias sin envidiar ni protestar, busca nuevos desafíos y preparate para enfrentarte ante cualquier tropiezo de los cuales se aprende a luchar por lo anhelado y convertir cualquier fracaso en victoria.
En resumen: ser joven significa la inquietud de mil ideas y la acción de mil batallas de las que nosotros debemos combatir para lograr nuestros sueños.
“Porque lo más importante para los jóvenes y para la humanidad es la lucha por nuestro ser”.
miércoles, 3 de febrero de 2010
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