Sentirse solos es diferente, porque uno se puede sentir solo también en compañía. El sentimiento de soledad está relacionado con el aislamiento, la noción de no formar parte de algo, la idea de no estar incluido en ningún proyecto y entender que a nadie le importamos lo suficiente como para pertenecer a su mundo.
Solamente cuando estamos solos podemos ponernos en contacto con nosotros mismos. Esa oportunidad nos permite vernos y evaluar si realmente somos como queremos ser y si estamos haciendo lo que deseamos hacer y si esa imagen no está de acuerdo con nuestras expectativas, es el momento de preguntarse, ¿Que es lo que estoy haciendo ahora para lograrlo?.
Sobrellevar la soledad, se deriva a menudo del hecho de enfrentar uno de los desafíos de vida. Es posible que tus amigos no comprendan lo que se siente estar en tu situación, a menos que ellos hayan estado en esa circunstancia. Probablemente no comprenden tus desafíos y no saben cómo ayudarte. Por lo tanto, tus amigos más cercanos pueden abandonarte o darte la espalda.
Nos hemos educado en la velocidad en nuestra vida que es correr. Y no inventamos el cuento de caminos de que corremos para ser más eficientes, y no, corremos para huirle a la tremenda soledad colectiva, esa soledad a la cual nos resistimos.
Lo peor es que ya nos hemos dado cuenta de que cuanto más corremos, más solos estamos y que ese mal es una fantasma que nos asusta a todos/as, pero que existe en realidad.
El milagro seria aprender a disfrutar de esa soledad...Entonces dejemos de correrle.
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