Esta es una virtud que muy pocas personas desarrollan, ya que vivimos en un mundo donde todas las personas siempre están con la agenda llena de actividades por realizar, un horario rígido, que no permite tiempo para actividades extras, y además a todo esto se agrega, de que muchas veces tenemos una larga lista de cosas por resolver. Aprender a tener paciencia, es una virtud que debemos aprender no importa cuál sea la situación a la que haya que esperar.
La virtud de la paciencia en buena parte genera la tristeza, del mismo modo que la impaciencia añade sufrimiento al propio sufrimiento. El ser humano a través de la actitud interior que adopta ante las circunstancias externas puede alcanzar la felicidad más allá de las adversidades que sufre puesto que tanto el dolor como la alegría son ingredientes inevitables del camino vital. La paciencia se muestra en la acción, en la voz y en el corazón de aquel que aprender a aceptar la realidad tal y como es, sin oponerse a ella como hace el impaciente, que se genera a sí mismo gran cantidad de sufrimiento con su actitud.
Debemos desarrollar paciencia en cada ocasión, que nos trata de impacientar, y volver desenfrenados:
1.- Hemos ido a un determinado lugar solicitando información, y nunca conseguimos a la persona que nos puede ayudar.
2.- Alguien de nuestra familia, es desesperante, en cuanto a algunos rasgos de su personalidad.
3.- Queremos lograr algunas metas, pero hay ciertos obstáculos por atravesar.
4.- Cualquier otra situación, mas grave o más leve, debe ser una situación clave para empezar a ejercitarnos en la paciencia, y si fallamos en algunos intentos debemos seguir adelante ejercitando nuestras habilidades.
Pidamos a Dios que se cumpla su Voluntad en nuestras vidas, todo depende de qué actitud tomemos ante cada circunstancia. Ante la impaciencia, las mentiras y una mente negativa, Pero ejercitando la paciencia, creyendo la verdad de Dios y una mente positiva seremos persona que iremos madurando. Recordemos que Dios es el ejemplo máximo de paciencia, así que esperará y dispondrá todo hasta que cambiemos de actitud.
"Tener paciencia, no es ser pasivo, es ser consciente de la calma, que debemos conservar, aun en los momentos más apremiante, y esta calma nos genera felicidad"
viernes, 12 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario