La lealtad es la cualidad de aquellas personas que acatan las leyes o cumplen los acuerdos. Cuando nos referimos ser fieles, hablamos de la capacidad espiritual, el poder o virtud de dar cumplimiento a las promesas. Prometer es una acción soberana, ya que exige lo que se va a hacer en lo adelante, bajo condiciones que no se pueden prever. El que promete corre un serio riesgo porque se compromete a actuar de la forma que hoy juzga en situaciones que pueden llevarle a pensar y sentir de modo distinto.
Los motivos que llevan a la infidelidad son muchos y muy variados pero casi siempre están relacionadas con las crisis de pareja en las que se busca en otra persona aspectos sexuales, emocionales o intelectuales que su pareja no le da. El descubrimiento de las infidelidades suelen tener efectos devastadores en cualquier relación. En todo caso, entender este fenómeno es un buen paso para saber afrontarlo.
Alguien que ama es fiel, ya que la confianza lo es todo en una pareja, y una vez que se ha traicionado esa confianza, todo está perdido. Tal vez haya un perdón, pero jamás vuelve a tu vocabulario la frase “Es incapaz de algo así”, ahora sabes que es capaz, y ya no sabes de qué otras cosas más.
Si te han sido infiel, sé fuerte, toma todo el dolor como aprendizaje y perdona, pero sólo tú decides si das otra oportunidad a tu relación. Toma en cuenta que el verdadero amor puede contra todo, si puedes olvidar, adelante. Pero hazlo sólo por eso, por amor, nunca por una seguridad económica o por el qué dirán, ninguna razón distinta al amor es válida para soportar convivir con alguien que te ha dañado, y que su presencia te lastima.
Fiel es la persona cuyas acciones no traicionan la confianza puesta en ella, cuyo comportamiento corresponde a lo que exige de ella el amor, la amistad, lealtad y el deber.
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