sábado, 6 de febrero de 2010

La Envidia...

Este sentimiento es bastante común, ya que al no poder dominarla puede ser altamente autodestructivo para quien la tiene. Para muchos, este sentimiento negativo del que se habla poco y se sufre en mayor o menor grado en la vida, es un tipo de reacción que tienen la mayoría de los seres humanos y de ahí surgen las mayores aberraciones tanto en sufrimiento personal como de proyección hacia los demás.

Pero si hablamos de envidia, no podemos dejar a un lado los celos que están en sintonía con dos de las condiciones más básicas de la existencia humana. La envidia está conectada con el no tener y los celos están conectados con el tener.

Si eres una persona envidiosa y quieres salir de ese estado porque te está consumiendo la vida, la única forma de conseguirlo es, indispensablemente conectar con Dios y después:
1.- Sintiendo el cariño y el apoyo de los seres queridos.
2.- Desarrollando tu sentido del humor.
3.- Hallando tu propia identidad.
4.- Siendo consciente de qué es lo prioritario de tu vida.
5.- Tolerando tus defectos y valorando tus cualidades.
6.- Valorando las cualidades ajenas en su medida.

Cuando encuentres todo lo que tu interior necesite, entonces podrás tomar las riendas de tu vida y vivir de manera que solo te interese tu destino, tu propia vida y las cosas que realmente necesites lograr para estar contento/a contigo mismo/a, tu metas y objetivos estarán como lo primordial para lograr lo que envidias de otros.

Recuerda “La Envidia es una Podredumbre del alma y más terrible que el hambre”.

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