Para hacer más efectiva la motivación, debemos permanentemente alimentarnos con emociones positivas, visualizándonos con ese gozo espiritual del éxito o de la batalla ganada, debemos enriquecer esas visualizaciones con pequeños detalles que nos agradan, emocionándonos con el logro obtenido y medir constantemente nuestro grado de avance. Para lograr entonces realizar las transformaciones en nuestras vidas, debemos obligatoriamente provocar destrucciones de hábitos, apegos, resentimientos, celos, críticas, miedos, iras, codicias, odios, flojeras, indecisiones etc.
Para proponemos un cambio o una transformación, debemos empezar en primer lugar en reconocerlo, una vez conocido el mal y teniendo la voluntad de modificar pasamos por una etapa dolorosa, ya que nuestro ego no le gusta ser cuestionado, es por eso que necesitamos de mucha fuerza, voluntad, disciplina, perseverancia.
El día que cada persona tome las riendas de su vida y decida ser feliz, importante, solidario, sensible y tenga las suficientes motivaciones para realizar sus sueños, metas y objetivos, ese día que la gente deje de depender de factores externo y la única meta sean sus motivaciones, acabaran las distancias, los imposibles, la maldad, el egoísmo, la crítica, la envidia.
Así que a partir de hoy aprenda a agradecer, a poder respirar el aire mañanero, el poder ver el atardecer, el saciar el hambre, de las gracias por el amor que recibe y por el que aun no ha recibido, agradezca cada adversidad sufrida y por el día que le aporta a crecer. Recuerda todo está en la mente, todo es relativo, con excepción del amor.
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