El orgullo nos hace sentir solos, no da crédito a las severas críticas, si crees conocerte tan bien, nunca te dejara reconocer tus errores, y en la vida cristiana algo primordial para poder avanzar y crecer espiritualmente en reconocer nuestros errores y enmendarlos. Una persona con orgullo es una persona que no sabe perdonar, y el no saber perdonar ocasiona ataduras que no te permiten crecer.
El orgullo por amor es cuando sentimos ese amor por dentro como verdadero y poderoso, como el fuego del sol, no nos rasga el alma ni tampoco nos hace sentir mal, más alla de la vergüenza al saber que daremos nuestro brazo a torcer. Peor nos sentimos bien porque sabemos dentro de nosotros que nos valió la pena el esfuerzo necesario para subir el orgullo y pisar sobre él. Es un sacrificio positivo que nos enseña a saber valorar lo que realmente llevamos dentro.
El orgullo se conjuga con el resto de nuestros principios de honor y de nuestros valores morales. Ese sentimiento por encima de toso es como un conjunto de valores y solo atiende una sola voz, eso hace del ser humano un pobre, infeliz y despreciables por los demás...Es un defecto muy difícil de extirpar.
"En el amor, la amistad, la familia, corazón, no dejemos entrar sentimientos mezquinos como lo son el rencor, el odio, el orgullo, la ira, etc.... aprendamos a perdonar y a pedir perdón..."
No dejemos que mañana sea demasiado tarde... Mírense a los ojos... y sientan lo bello que es
"vivir y perdonar" con el corazón lleno de amor.
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